Pensaba en aquellas veces en las que decidimos esperar para hacer algo, esperar para hacer, esperar para actuar. Me encontraba con que en ese hacer o no hacer se va mi vida, o la vida de cualquiera. Me preguntaba, por curiosidad, ¿Qué se da en el no hacer, en el no actuar, en ese esperar?

Pero sucede otra cosa, sucede que somos muy temerosos y necesitamos encontrar luces y no sólo luces, luces lindas y despampanantes al final del camino. Tímidamente actuamos, a veces cuando parece no haber otra salida, pero postergamos mucho más de lo que hacemos sentados en nuestra confortable nube de la eterna ignorancia.
Esta eterna ignorancia, por supuesto, no es eterna como no lo somos nosotros aunque prácticamente vivamos como si lo fuéramos. A veces el creer en un después nos distrae de un ahora, un ahora recurrente que nos esta pidiendo que seamos eso que somos, pero que seamos ahora porque después no se sabe.
Me detengo entonces, irónicamente, en el páramo del tiempo donde estoy sucediendo, sucediéndome a mi mismo aunque nada suceda y no dejo de encontrarme con mi bondadosa mortalidad que me dice que la enfrente, que la sufra pero que no la ignore porque aunque me de algunas ventajas sabe que ya ganó la partida.
Vivamos ahora, después no se sabe.
A mi criterio, uno de los mejores que leí! Como siempre BUENÍSIMO todo, cada palabra, cada frase y cada texto.
ResponderEliminarEmilia Lozano Menehem.