En realidad no hay mucho que decir o siempre lo hay.
“Seré breve”, sólo la anécdota: alguna vez cuando estaba en la
primaria algún profesor muy optimista puso esta película que venía en dos
partes en cinta de video y nunca vimos la segunda. He leído hace apenas unos
días el texto de Shakespeare que también había leído con anterioridad.
La película es abrumadora, el diálogo de la obra literaria esta
completamente expreso y respetado a rajatabla. Si bien es un video de algo más
de cuatro horas, no permite pestañar, no deja bostezar.
¿Qué nos dice una película no tan vieja y quizá si muy impopular?
¿Cómo es posible la lejanía actual del cine de textos tan magníficos como
Hamlet?
La cultura en caída libre me causa ciertos espasmos, nostalgia. Lo cierto
es que soy joven para añorar lo viejo y más cierto es que no añoro lo viejo sino
que añoro, anhelo los contenidos, las formas extinguidas del cine actual. Sufro
al cine actual aunque suene tragicómico.
La gente se aburre con puros
diálogos, la gente se aburre con películas de más de cuatro horas sin efectos
especiales y muy a mi pesar, a mi me aburren los que disfrutan de no disfrutar
del arte humano en toda su dimensión. Me
aburro de las costumbres impuestas, de la sucesión de vacuidades coloridas que
no dicen nada. Me aburren los aburridos y los ruidos que exaltan a los aburridos acostumbrados.
Me pierdo entre la crítica cinematográfica y literaria, miro mi Hamlet
(libro) que me costó 17$ porque alguien que lo encontró o lo heredó y no lo usó
lo estimó inservible. Lo miro entonces y me siento un poco ridículo admirando
el libro, quizá también un poco ridículo hablado de películas que creo que
merecen la pena ser vistas, disfrutadas y aplaudidas, esta como pocas.
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